ERRORES FRECUENTES AL LLEVAR LA DIETA SIN GLUTEN

Cuando se lleva una dieta libre de gluten es muy fácil cometer errores por desconocimiento, por credulidad y hasta por buena fé. Resultamos ingiriendo gluten sin querer, y eso hace que no ganemos peso, que nuestras dolencias no remitan del todo, e incluso que después de un tiempo, se agraven los síntomas. Así que es algo de cuidado y de tomarse muy en serio. Los errores más comunes son:

1. Creer ciegamente en la leyenda “Libre de gluten”

Hay varias panaderías que ofrecen pan sin gluten, porque lo preparan con harinas de arroz, quinoa, etc., pero en su forma de elaboración pueden tener contaminación cruzada con insumos que sí lo tienen. Bandejas, moldes, hornos, espátulas… todo puede ser un foco de trazas. Así que al descubrir un nuevo producto “Gluten free”, lo primero que debemos hacer es contactar la empresa, preguntar por la forma de elaboración, asegurarnos que conocen del tema y entienden nuestra inquietud. Una vez tengamos información veraz, compartirla para que otros puedan disfrutar de un nuevo producto seguro, o bien no corran riesgos consumiéndolo.

Conocer los logos, las certificaciones y guiarnos por ellos. Éstos nos garantizan tranquilidad, porque son productos que tienen menos de 20ppm.

2. Preparar alimentos en la misma cocina donde se hacen alimentos con gluten, sin tomar las medidas necesarias.

Nuevamente la famosa contaminación cruzada. Poniéndolo en términos muy sencillos, donde ha habido algo con gluten, rastros quedan, y esos rastros pueden ser suficientes para enfermarnos. Por ejemplo, si los utensilios son de madera (cucharas, palas), al ser un material poroso, es muy fácil que quede gluten allí. También en las esponjillas de lavar la loza. TODO debe ser aparte, y si se comparte algo, digamos un horno, es aconsejable lavarlo a fondo antes de preparar algo sin gluten.

3. Creer que porque a primera vista el plato es libre de gluten, realmente lo es

Pensemos por ejemplo en una carne asada o en un pollo a la plancha, con ensalada y papas a la francesa. ¿Sabemos cómo condimentaron la carne o el pollo?, pudieron ponerle algún condimento en polvo “rendido” con almidones no aptos, o salsa de soya (la mayoría de las marcas llevan trigo), o incluso cerveza. La ensalada puede tener una vinagreta con un tris de mostaza o mayonesa no apta, y las papas a la francesa pudieron freírse en el mismo aceite que los anillos de cebolla que van apanados. Nuevamente, la solución es preguntar, preguntar y preguntar. Asegurarnos, así el mesero, cocinero o chef se moleste. Ninguno de ellos va a sufrir las consecuencias de comer algo que no les siente bien. Nosotros, sí.

4. Tomar medicinas o suplementos sin consultar todos sus componentes

Nos fijamos tanto en la comida, que muchas veces pasamos por alto que ingerimos cosas diferentes al alimento: medicamentos. Si vienen con “prospecto”, que es la hojita llena de información que viene dentro de la caja, deben permitir que la miremos antes de comprarlos. Si no la traen, contactar al laboratorio. En la medida que vayamos encontrando productos seguros, también compartamos la información, para hacernos la tarea más fácil.

5. Utilizar ingredientes pensando que son GF, sin verificarlo

Pensemos en el Polvo de hornear, en la esencia de vainilla, en la mostaza, los condimentos en polvo. Nada de esto por su naturaleza, debería contener, pero no conocemos la forma como ha sido procesado, por lo que puede haberse contaminado. Ya sabemos de algunas marcas aptas, pero como siempre, está en todos compartir y ampliar la información.

6. Usar cosméticos y cremas dentales que contienen gluten

Los labiales son una fuente de posible contaminación, al igual las cremas dentales y los enjuagues bucales. Son cosas que no están pensadas para ser ingeridas, pero inevitablemente sucede, así sea en una mínima cantidad.

7. Besos

Besar en la boca a alguien que haya tomado cerveza recientemente, o que haya comido gluten hace poco, supone un riesgo. Esperar a que se lave los dientes, es la mejor opción para no terminar el romance con un malestar.

8. Pena

No creo que sea tan frecuente, pero como en Colombia aún hay mucho desconocimiento del tema y de la rigurosidad con que se debe llevar, he sabido de casos en que “por pena”, se acepta una atención y el resultado es fatal. No nos debe dar pena decir “no gracias”, no nos debe dar pena cuidar nuestra salud. Somos los únicos responsables de ella.

Espero que esta lista cumpla su función de estar atentos. Aunque parezca que cada vez son más los aspectos a tener en cuenta y pueda parecer agobiante, les garantizo que recuperar la salud lo vale. Sentirse a gusto, sano, con energía, es la mejor de las recompensas. Y para todo hay una solución: si nos ayudamos entre todos, pronto tendremos listas de productos aptos en cosméticos, medicamentos, comida, restaurantes, hoteles, etc.

Los invito a que envíen sus inquietudes y sus descubrimiento, así vamos consolidando nuestro Archivo Colombiano de Productos para Celíacos.